Moraleja Chispa
Moraleja Chispa siempre contesta con una moraleja, un refrán, una
frase.
Con su forma capicúa de ser procura enseñarnos una sabiduría.
Moraleja Chispa siempre lleva consigo paraguas, pañuelos y menesteres altruistas para proteger a los
demás.
Se detecta la casa de Moraleja Chispa por el olor a tuco que sale
de ella.
Pasamos por la puerta y el olor a tuco aromatiza toda la vereda.
El olor se traslada por varios metros si nos alejamos.
Moraleja Chispa colecciona juegos de vajillas y vasos antiguos, en
estanterías de vidrio, que eran de sus antepasados.
En la casa de Moraleja Chispa se realiza patinaje de crochet de
colores sobre parquet.
Moraleja Chispa tiene enormes cuadernos manuscritos de recetas, de
direcciones, teléfonos y de tarjetitas de presentación.
Moraleja Chispa recibe a los invitados atentamente.
En la cocina de Moraleja Chispa hay un mantel cuadrillé.
Moraleja Chispa tiene una colección de distintos manteles: de
plástico, troquelados, bordados de algodón, crochet de colores.
Moraleja Chispa tiene una heladera antigua que cada vez que
arranca hace un ruido tremendo.
Moraleja Chispa para cada objeto utiliza el apoyafuente, el
apoyavasos, el apoya botellas.
Moraleja Chispa tiene “bolsa de hacer los mandados” para ir a
hacer los mandados.
Moraleja Chispa hace té y para que no se enfríe le pone un plato
arriba de la taza.
Moraleja Chispa asiste a una fiesta. Al terminar camina en
dirección a la puerta. Se lleva un pedazo de torta envuelta en servilletas
blancas y el centro de mesa.
Moraleja Chispa es sinónimo de meteorología intuitiva.
Moraleja Chispa algunas noches calurosas de verano saca la silla
afuera a la calle para tomar fresco.
Moraleja Chispa es de mirar su programa de cocina.
Moraleja Chispa tiene cuadros blanco y negro de fotos de
bebé.
Moraleja Chispa teje bufandas y varios pulóveres para todos.
¡Moraleja Chispa parece una sabia mujer de los años 50! Has descripto hermosos reflejos de un pasado no tan antiguo, pero que en medio del vértigo actual y su vorágine, pareciera que fuera una realidad de hace muuucho tieeempo. Felicitaciones por tu delicioso y entrañable texto. Saludos de Martín
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