Nunca cerré un taper
Nunca cerré un taper no le gusta cocinar.
La cocina es solo un lugar para que los repasadores estén limpios.
Un día maniobra un taper en
la cocina. ¿Que estás haciendo? se le pregunta. Entonces contesta: “es que
nunca cerré un taper.”
Todas las acciones de la vida de Nunca cerré un taper son algo
opuesto a cocinar.
Nunca cerré un taper no sabe donde están los utensilios de su
propia cocina.
Ocurre algo en su cocina:
Abre la alacena creyendo que están los vasos de vidrio y allí se
encuentran los platos amarillos.
Busca los tenedores y es allí es donde se guardan las especies.
Alcanza una cucharita y abre el aparador de las servilletas.
Abre la alacena creyendo que están los
alimentos y están los platos.
Busca una taza y residen los cubiertos.
Cuando llega del trabajo se escapa de la cocina para ir a hablar
por teléfono.
Nunca cerré un taper tiene una heladera repleta de imanes de casa
de comida para pedir.
Invitados. Si vienen los invitados pareciera que se activara otra
casa.
Hay dos juegos de vajilla: para todos los días y las de invitados.
Nunca cerré un taper saca la vajilla para invitados, platos de
invitados, mantel de invitados, cubiertos de invitados.
Hay un defasaje entre las costumbres diarias y las costumbres con
la visita.
Nunca cerré un taper nota la a-eternidad de su acción de cocinar.
Nunca cerré un taper si habla mucho por teléfono y no cocina es
feliz:
Una vez hablando cantó:
“No me gusta cocinar
Prefiero el delivery o el restaurant
Cuando cocino nadie ve mi esmero
La cocina breve acción
Mastican entre dientes
Lo que a mí me costó una hora veinte”
A Nunca cerré un taper le gusta dialogar pero
no de menesteres perennes.
Si va a un restaurante a comer y conversa es
feliz.
Está muy bien descripta la imagen de este personaje. Te felicito.María Paula❤
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